por Juan Pablo Marca M.
Imagen: CEJIS
Según el último reporte sobre los pueblos indigenas del Oriente, Chaco y Amazonia ante el Covid-19, publicado el 13 de abril por el Observatorio de Derechos de los Pueblos Indígenas de Bolivia (ODPIB) del Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social (CEJIS), las principales demandas indígenas son el abastecimiento de productos alimenticios y la entrega de la canasta familiar, así como el pago de los diferentes bonos a personas de la tercera edad y mujeres embarazadas de las comunidades. Además, piden la dotación de insumos, equipos de bioseguridad y personal de salud en los territorios; la coordinación entre autoridades indígenas e instancias de gobierno para hacer frente a la crisis; el apoyo a la producción familiar y el desarrollo productivo en los territorios; y el cumplimiento e inclusión de los derechos indígenas en las leyes promulgadas por el gobierno.
Un dato que llama la atención es que, frente al incremento de los casos de violencia de género en las comunidades, las organizaciones de mujeres indígenas demandan visibilizar y combatir este tipo de violencia, así como el maltrato infantil en sus comunidades.
Algo importante por resaltar, según el mismo informe del CEJIS, es que las diferentes organizaciones indígenas, en el ejercicio de su libre determinación y a través de sus instancias de gobierno propias, tomarán medidas para proteger sus formas de vida frente a la emergencia sanitaria. Dichas medidas se resumen en las siguientes acciones: a) el cumplimiento de la cuarentena a nivel nacional, b) el cese de las actividades laborales dentro de los territorios, c) el aislamiento de las comunidades y la prohibición de salida y entrada a estos espacios territoriales, y d) la aplicación de la justicia indígena en los casos de incumplimiento a las decisiones orgánicas de cuidado de la comunidad.
los pueblos indígenas del área rural son los grupos sociales que sufren de “manera desproporcionada” de los efectos de esta pandemia, debido las condiciones de precariedad en las que ya vivían desde antes del inicio de la crisis sanitaria. Juan Pablo Marca
También es importante destacar que, aparte de la amenaza por la posible presencia del COVID – 19 en los territorios, no se puede olvidar que los pueblos indígenas en la actualidad sufren por la presencia de otras enfermedades como el dengue, la fiebre amarilla, la malaria, el chicunguya, la dermatosis, las Infecciones Respiratorias agudas (IRAS) y las Enfermedades Diarreicas Agudas (EDA), entre otras. Asimismo, de acuerdo a información gestionada por el Centro de Planificación Territorial Autonómica (CPTA) del CEJIS, las Tierra Comunitarias de Origen (TCO) más cercanas a los municipios de Concepción, San Javier, San Pedro y Roboré, donde se tienen casos confirmados de coronavirus, son Monte Verde, Lomerío, Guarayo, Zapoco, Tobité y Turubó. Estas pertenecen a los pueblos indígenas Chiquitano, Monkoxi, Guarayo y Ayoreo; mientras que en el trópico de Cochabamba, en el municipio de Chimoré, se encuentran los territorios indígenas Yuqui CIRI (Consejo Indígena de Río Ichilo) y Yuracaré, pertenecientes a los pueblos Yuquis y Yuracaré.
Desde el reporte de los primeros casos positivos del COVID-19 en Bolivia hasta la fecha, aparte de los sectores populares periurbanos del país, los pueblos indígenas del área rural son los grupos sociales que sufren de “manera desproporcionada” de los efectos de esta pandemia, debido las condiciones de precariedad en las que ya vivían desde antes del inicio de la crisis sanitaria. A la fecha ninguna de las medidas adoptadas por el Estado, en sus diferentes niveles, toma en cuenta esta realidad, pese a los fuertes compromisos internacionales, las disposiciones expresas en la Constitución y la normativa nacional vigente que tutela los derechos de los pueblos indígenas. Por ello, hacemos un llamado urgente a todos los niveles del Estado a responder a los diferentes pronunciamientos, cartas, comunicados y resoluciones, realizados por las organizaciones indigenas del Oriente, Chaco y Amazonía entre el veinteséis de marzo y el once de abril.